Un viaje en el tiempo nos lleva a términos como «piratas», «corsarios», «ataques», «hundimientos» y «saqueos». Y es que el mar Caribe hace siglos atrás, era un destino plagado de peligros si la travesía se hacía en barco y se transportaba oro u otro cargamento de valor.
A la caza de nuevas vivencias y como un tesoro de varios centenarios pues su fecha de construcción se remonta al siglo XVII; fue nombrado en 1978 Museo de la Piratería y desde 1997 Museo-Castillo del Morro San Pedro de la Roca. Erguido sobre las márgenes del canal de la bahía santiaguera, cuenta con una colección de objetos y documentos de los tiempos en que la isla fue atacada por piratas, reflejando la historia y recreando las vivencias de una fortaleza que defendió la ciudad.
Hoy este complejo resguarda las huellas de un sistema que expone en sus en salas el quehacer constructivo de varias generaciones, dividiéndolas en sala de piratería en el Caribe; desarrollo del sistema defensivo en la etapa colonial; sistema de prisión y la sala de combate naval, que atesora la colección de pistolas y trabucos.
Julio 23, fue la fecha de inauguración de este museo que recrea parte de la historia fundacional de la villa de Santiago de Cuba en 1515 y con ella, la necesidad de fortificarla dada la importancia que fue adquiriendo a partir de 1522 como sitio de intercambio comercial de la isla, hasta que en 1607 pasara a ser la ciudad principal del Departamento Oriental cuando La Habana se convirtiera en la capital de Cuba.
Novedoso y atractivo, el castillo forma parte del Patrimonio Mundial. Convertido en un fascinante lugar que contempla los sucesos de como protegió los dominios conquistados, incluso reseñas de los principales corsarios y piratas que merodeaban el Mar Caribe en los siglos XVI y XVII.
El recorrido por este museo, descubre los componentes arquitectónicos que constituyen exponentes de la arquitectura militar entre las que se encuentran foso, revellín, puente levadizo, baluartes, garitas, almenas, aspilleras, banquetas de tiro, polvorín y casamatas. Además de un sistema de almacenamiento de agua bien conservado compuesto por gárgolas, canales y aljibes, así como balcones, terrazas y miradores hacia el entorno natural de la fortaleza.
Aproveche que la provincia Santiago de Cuba está en la segunda fase de recuperación por la Covid-19, y si está de visita o vive allá, lléguese al museo. Un sitio que guarda parte de la historia de más de 24 años de ataques piratas…, seguramente quedará sorprendido.
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