La cercanía del cumpleaños 60 del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba (CFNC) ha sido el pretexto perfecto para despertar los recuerdos del maestro Manolo Micler, su director general.

Poco más de 56 años hace que llegó a la entonces naciente agrupación como parte de un selecto grupo de jóvenes.

"... a los tres de mi generación que aún estamos activos en la compañía (Julia Fernández, Leonor Mendoza y yo) nos mantiene aquí el amor a las tradiciones creadas por el pueblo y nuestra formación al calor de estas.

Vale destacar que otros integrantes de nuestra generación siguen apegados a los géneros tradicionales, aunque desde otros ámbitos.

En ese caso están Johanne García (director de la Compañía de Danzas Tradicionales de Cuba JJ), Alfredo O'Farril (Jefe de la especialidad de Danza Folclórica de la Universidad de las Artes), y el fallecido Juan de Dios Ramos (fundador de la compañía Raíces Profundas, por solo citar algunos...", comentó.

El sostenimiento de su esencia y los objetivos para los que fue creada son dos de los rasgos que han contribuido con que a 60 años la formación músico-danzaria se mantenga viva y activa.

"...aunque hubo acercamientos previos a las expresiones de la cultura popular y tradicional de Cuba, con el surgimiento del CFNC nació la institución encargada, desde la danza y la música, de investigar, conservar y promover la cultura cubana nacida en los barrios...", acotó el también Premio Nacional de Danza.

A la altura de seis décadas los propósitos de la compañía se han mantenido, y sobre el particular el prestigioso coreógrafo puntualizó:

"Nuestros objetivos siguen siendo los mismos, y considero oportuno aclarar que no hacemos folclor, ése solo lo hace el pueblo, nosotros hacemos proyecciones teatrales inspiradas en las tradiciones.

La labor de nuestra compañía no está estática porque no somos un museo, por eso nuestro quehacer evoluciona al ritmo de la sociedad y de los elementos  que la identifican, vamos transformando también nuestro arte, sin perder la esencia folclórica".

Visiblemente comprometido con  la compañía en la que ha permanecido desde el diez de febrero de 1966, el maestro Micler reconoce lo mucho que le ha aportado en lo personal, en ese  sentido expresó:

"...a mí me ha aportado todo, vengo de un origen muy humilde por lo que jamás pensé llegar a una Compañía de tanto prestigio, convertirme en su coreógrafo principal y obtener tantos reconocimientos dentro y fuera del país.

También en el nivel artístico que he alcanzado está la ayuda de mi familia...".

Más del setenta por ciento de las obras que componen el repertorio del CFNC son de la autoría de Manolo Micler, elemento que lo destaca entre los más prolíficos coreógrafos del país.

"...todas las obras que he creado me han hecho muy feliz, me he acercado a casi todos los géneros, con piezas que han recorrido el mundo y han traído éxitos a Cuba".

Títulos como Habanera, Danza de los Apalencados, Dahomeñó y Ayanu, por solo citar algunos, corresponden a piezas de diferentes matices creadas por quien comparte su función con la de coreógrafo principal de la sexagenaria Compañía.

De manera especial sus investigaciones se han dirigido a la vertiente Arará de la cultura popular cubana de matriz africana, algo a lo que pocos creadores le han dedicado tiempo y que no es muy tratada por otras agrupaciones.

"...tuve el privilegio de trabajar muy cercano al Dr. Rogelio Martínez Furé, y juntos hicimos una investigación de campo en Perico (Matanzas) en la que gracias al informante Pedro Saavedra, adquirimos muchos conocimientos de esa rica cultura.

Los bailes Arará de Cuba los introduje en el sistema de enseñanza artística desde la Escuela Nacional de Danza y la Universidad de la Artes (ISA).

En la Escuela Nacional de Danza  también introduje los bailes orientales...".

Entre las características que han identificado al CFNC está la presencia de varios miembros de una misma familia en sus elencos, tema sobre el que también dialogamos con el talentoso artista.

"...es muestra del arraigo que ha alcanzado la institución en sus miembros.

Cuando nuestras bailarinas parían y no encontraban lugar donde dejar a sus hijos los traían a la Compañía, esos niños se criaron al calor del quehacer del Conjunto, crecieron entre toques, cantos y danzas, y se identificaron mucho con eso.

En mi caso particular tengo dos hijas con Mayda Calle (ex bailarina de la compañía), ellas también crecieron aquí y luego de egresadas de la Escuela de Danza Folclórica, formaron parte de esta familia que es el CFNC".

Apellidos como Pelladito, Villarreal, López, García, Aspirina, Pao y muchos otros han dejado su impronta en la prestigiosa formación en el quehacer de algunos de sus miembros, desde los inicios.

Para celebrar los sesenta desde la edificación de la calle Cuatro entre Calzada y Quinta, en el Vedado habanero, se prepara un amplio programa que incluye acciones teóricas, estrenos y reposiciones, sobre eso trataremos en otra publicación.