Como parte de la delegación de artistas españoles que viajó a La Habana para participar en la Semana de la Cultura de la nación europea que se está desarrollando en esta ciudad hasta el próximo 12 de octubre, se encuentra el actor Àlex Brendemühl (Barcelona, 1972), de rica trayectoria en el cine, el teatro y la televisión de su país.

Brendemühl viene acompañando a dos de los cinco largometrajes de ficción que se exhiben en los cines 23 y 12 y Acapulco dentro de la muestra que, con producciones hispanas contemporáneas, se presenta por estos días en dichas salas: la comedia dramática Historias para no contar (2022), de Cesc Gay y el drama No mires a los ojos (2022), de Félix Viscarret.

Licenciado en Arte Dramático en el Instituto del Teatro de la Ciudad Condal, estudió también varios instrumentos de viento y domina cinco idiomas, preparación que le ha sido de gran utilidad en la escena, donde en 2003 comenzó a destacar de manera particular cuando el filme Las horas del día, de Jaime Rosales -en el que él desempeñaba el rol protagónico- obtuvo el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes.

Refiriéndose a su participación en Historias para no contar, el director de la cinta dijo en un reciente encuentro con la prensa: “Es un actor muy curioso. Puede interpretar la comedia, pero también otros personajes que son muy profundos, que expresan poco y yo me estoy especializando en hombres que no expresan nada”.

Hace veinte años, ambos ya habían trabajado juntos en la cinta En la ciudad, en la cual nació una compenetración que, tanto uno como el otro, reconocen de gran utilidad en este tipo de labor.

“En el caso de Historias… es el personaje más patético de la película. Tiene un enigma, algo que esconde. Tiene tristeza, tiene soledad, humildad…Tiene muchos colores que te permitían jugar, reaccionar”, apuntó Brendemühl en el mencionado intercambio, para luego añadir:

“Hay personajes que llevan la trama y hay personajes que reciben, que tienen que reaccionar y este es un personaje que va recibiendo estímulos, indicaciones por parte de los acontecimientos y de las personas que lo acompañan en la historia y entonces tiene que reaccionar. Eso es divertido también porque son personajes aparentemente pasivos, pero están en el filo.

Esta historia corta es, dentro de las cinco que se narran, la que tiene al final un enigma y una sorpresa, lo que obliga al personaje a llevar una carga de secretos. En general, en la película los personajes están cargados de mentiras, de miserias, de secretos que no se atreven a confesar y que se van complicando porque son incapaces de verbalizarlos y de aceptarse como son.

Creo que este formato de varias historias es divertido y atractivo. Una va conectando, llevando a la otra. Los personajes, todos de mediana edad, viven buscando la felicidad, el amor, sentirse vivos y, al final, fracasan en el intento”.

Acerca de su predilección por el género de la comedia, puntualizó: “He trabajado en otras comedias, pero no todo lo que quisiera. Las horas del día fue una película que me abrió muchas puertas, pero después de ella todos los papeles que me llegaban eran de asesinos en serie o de seres atormentados con algún problema mental”.

Para el jueves, a las 5:00 se anuncia en el Cine 23 y 12 No mires a los ojos, la otra película de la Muestra en la que Bredemühl forma parte del reparto.

“Yo hice la prueba para una de las primeras películas de Viscarret, Bajo las estrellas, pero le dieron el papel a Alberto San Juan. Después nos encontramos en un festival en Nueva York y acordamos que teníamos que hacer algo juntos.

Hace un par de años me llegó este guion. Es una película que me parece interesante porque es una adaptación de la novela Desde las sombras de Juan José Millás difícil de llevar a la narrativa cinematográfica. Es una propuesta muy refrescante dentro del cine español”.

En más de cuarenta películas ha participado Brendemühl de 1995 a la fecha, obteniendo importantes premios como mejor actor protagonista o secundario en cuatro de ellas: 53 días de invierno (2007), de Judith Colell; El silencio antes de Bach (2007), de Pere Portabella; Las dos vidas de Andrés Rabadán (2008), de Ventura Durall y Wakolda/El médico alemán (2013), de Lucía Puenzo.

En el encuentro con la prensa, el actor no quiso dejar pasar por alto la alegría que le proporciona encontrarse en Cuba por primera vez y, particularmente, la visita que tiene programada a la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV).

“Es una escuela que tiene mucho prestigio, desde allá y desde muchos lugares del mundo la gente la admira y le tiene cariño por la calidad de la enseñanza, la tradición, el recorrido y el buen hacer.  Estudiar en San Antonio de los Baños es una quimera que muchos estudiantes de cine expresan.”