En 1961 era secretaria y oficinista en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Dirección América Latina. Durante largos años, continuó trabajando en la Cancillería cubana y en el Servicio Exterior. Al momento de la publicación del libro en 2003 se desempeñaba como Jefa de Protocolo del Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana.